martes, 6 de mayo de 2014

Susto!

En la semana 13 apareció un sangrado que me hizo temblar.
 
Estaba de barbacoa, en casa de unos amigos, y al ir al WC veo que al limpiarme el color del papel no era amarillo, si no un sutil tono amarronado. Como cada vez que voy me miro con lupa, o mejor dicho, con microscopio, pues lo detecté a la primera.
 
Avisé a mi marido y su cara fue también un poema. Decidimos no decir nada, comer rápido e irnos directos a la clínica. Necesitábamos una respuesta.
 
Al estar en urgencias, nos hicieron esperar mucho porque estaban atendiendo partos, uno de ellos de trillizas!!. El sangrado me fue a más, y lo que empezó siendo un flujo de color marrón, ya era un flujo con hilos de sangre de color marrón muy oscuro. Poca cantidad, muy poca, pero verla es alarmante. Me pasé una hora llorando sin parar, ni cuando me decían que el bebé estaba bien se me pasaba. Yo creo que fue de la impresión, del miedo y del susto.
 
Me atendió super bien una doctora que nada más ponerme las pinzas separadoras ya me dijo "creo que es un problemilla del útero que no tiene nada que ver con el bebé". Al hacerme la ecografía se confirmó. El bebé estaba tan tranquilo en su bolsa, con sus latido, sus movimientos... perfecto! Me explican que es carne que me ha nacido fuera de la zona del cervix y por eso el sangrado, porque se irrita ya que no está en su hábitat.
 
Uf! Que descanso y que mal rato! Yo ya me ponía en lo peor...
 
Me aconsejaron reposo relativo y así lo he hecho. Durante la semana el sangrado ha ido a menos hasta desaparecer pero las molestias incluso han ido a más. Me noto escozor, como la sensación de tener una herida en la entrada...
 
No me han dado ninguna visita extra. Estoy a la espera de la de las 16 semanas. Si la paciencia no me aguanta, que tiene pinta, pediré hora con mi ginecólogo "de siempre" y que eche un vistazo. Me preocupa si puede ir a peor a medida que va evolucionando el embarazo.
 
Siempre digo que se es madre el primer día que se decide ir a buscar al bebé. Desde ese momento no se deja de sufrir y ya es para toda la vida. Por lo menos, éste es mi sentimiento. Pero se hace con tanto gusto y con tanto amor que sabe a gloria.